La protección de activos, ubicaciones, propiedades y personal es todo un reto. La posibilidad de trabajar con la ayuda de robots inteligentes diseñados específicamente para llevar a cabo labores de vigilancia y seguridad y que, además, son capaces de integrarse completamente en los sistemas de seguridad y vigilancia existentes, facilita enormemente la labor de los agentes y personal de seguridad, especialmente cuando se trata de cubrir grandes áreas o zonas complejas.
Los robots de seguridad y vigilancia autónomos combinan multitud de tecnologías para llevar a cabo operaciones de seguridad y vigilancia como la supervisión, la generación de informes, la investigación y la detección de intrusos.
Su equipamiento puede ser diverso, desde la motorización, cámaras y micrófonos digitales o de red (IP), sensores, detectores de movimiento, equipos de navegación GPS, software de reconocimiento de imágenes, sensores de clima y un largo etcétera que se puede adaptar a las necesidades específicas de cada instalación.
La posibilidad de acceder de forma remota a las cámaras, micrófonos y datos sensoriales de un robot de seguridad permite a los operadores de seguridad no sólo evaluar y reaccionar ante situaciones que se desarrollan de forma más rápida y eficaz, sino que también permite la vigilancia móvil para mejorar la cobertura y las capacidades de supervisión.